Opinión | Guatemala, eliminatorias y en qué estadio jugar

Por: Nicolas Siman

Disputados ya los primeros dos partidos de la fase final de la eliminatoria (vs El Salvador, derrota y vs Panamá, empate) Guatemala se encuentra en el fondo de la tabla del grupo A, con tan solo un punto.

Luego del desempeño ante El Salvador en el Estadio Cementos progreso, el debate sobre la sede para los últimos dos partidos de noviembre ha estado al rojo vivo. Arrancamos con los hechos, desde que se anunció la renovación del Estadio Nacional Doroteo Guamuch Flores, “la casa de la selección nacional” estaba descartada para este proceso eliminatorio. Ante ello, solamente quedaban como opción tres estadios: El Estadio Cementos Progreso, El Estadio Manuel Felipe Carrera y el Estadio Pensativo.

Ninguna de ellas ofrece lo que da el Doroteo en condiciones normales: capacidad, accesibilidad y gramilla de calidad, pero son las cartas que hoy tiene la Federación sobre la mesa.

Estadio Cementos Progreso

Es el escenario que ha recibido los partidos más recientes: Guyana, República Dominicana y, más recientemente, El Salvador (Récord de 2 victorias y una derrota). Con una capacidad de alrededor de 17 mil aficionados y una ubicación céntrica en la capital, cumple con lo básico. Sin embargo, su gramilla artificial genera dudas en jugadores y cuerpo técnico, pues la mayoría se desempeña en césped natural. El resultado y mal juego ante El Salvador solamente fortalecieron el pensar de la afición, no parece ser el indicado. Además, la pista olímpica alrededor de la cancha crea distancia entre la afición y el juego, restándole presión e intensidad al ambiente, algo que ha demostrado ser clave en las eliminatorias de Concacaf.

Estadio Manuel Felipe Carrera (El Trébol)

Si algo tiene el Trébol es cercanía. El público prácticamente juega con el equipo gracias a lo reducido del espacio, y varios futbolistas, como Óscar Santis, e incluso el entrenador, Luis Fernando Tena, han mostrado su preferencia por este campo. La gramilla natural es un plus que no pasa desapercibido. La desventaja principal está en su tamaño: apenas 10 mil personas. Para un duelo eliminatorio donde la demanda es alta, esa limitación podría convertirse en un problema. Tampoco ayuda el tema del parqueo y la logística alrededor del estadio. Pero por condiciones de juego, parece la opción ideal.

Estadio Pensativo

De las tres, la más complicada. Otro estadio que cumple con las medidas de Concacaf y tiene una gramilla natural en buen estado. No obstante, la capacidad también ronda las 10 mil personas y el acceso a Antigua Guatemala plantea desafíos de transporte, seguridad y organización. Para los rivales, el traslado también sería un factor adicional que la Fedefut tendría que manejar con precisión.

¿Qué deberían de hacer?

En mi opinión, lo primero que deberíamos de hacer antes de pensar en el estadio en el que se cerrará esta fase es pensar en sacar puntos en octubre, cuando la selección visite a Surinam y El Salvador. 2 puntos serían lo mínimo, 4 puntos un buen resultado y 6 algo ideal… Para que pesen esos partidos en noviembre, hay que llegar con vida, sino de nada servirá un buen o mal estadio.

Además, hay que mantener la presión en los encargados de la remodelación del Doroteo Guamuch Flores. Nadie en su sano juicio debería haber pensado que era buena idea remodelar la casa de la selección cuando se iban a disputar las que muchos han catalogado como “las eliminatorias más importantes de nuestra historia”. Grave error de las autoridades encargadas.

Pero si me preguntan a mí, el estadio debe ser el Manuel Felipe Carrera. Hay que dejar los colores por un lado y buscar el escenario ideal para la selección. No se trata de ser rojo o ser crema, se trata de ser objetivo y de querer ver a la selección en un lugar nunca antes visto: el mundial. ‘El Trébol’ ofrece un engramillado de calidad y el factor del público, tan cerca, a una malla de distancia, puede ofrecer un empujón extra a los seleccionados y seguramente meterá más presión y nervios al rival.

Y otra cosa, la afición debe apoyar. Por más que no guste o moleste que no se vaya ganando desde el minuto 10, en las eliminatorias la localía pesa, y si no se aprovecha, pesa en contra del local. Por 90 minutos hay que apoyar, después del partido podemos criticar, me incluyo, pero durante, si vas al estadio, hay que empujar y elevar a los nuestros. Al final… el sueño es de todos.

Lleguemos con vida a noviembre y consigamos este sueño.